Cheesecake Boston cream pie sobre stand para tartas blanco

He aquí un cheesecake Boston cream pie perfecto para este verano. Aunque hemos encendido el horno de casa algo más de una hora, os prometemos que ha valido la pena. Además, se debe tomar frío, y mejor si es después de tres días de reposo en la nevera… ¡Está de vicio, advertimos!

La receta de Live, Love and Sugar nos pareció sublime cuando la vimos por primera vez y el corte ya ni se diga. Hemos hecho un bizcocho con este molde, lo hemos cubierto con una ganache de gotas de chocolate y vainilla, y una cheesecake… Todo usando el mismo molde.

La hemos decorado con una ganache a la que le hemos añadido sirope de maíz, para darle más brillo incluso una vez refrigerada, y escudillado con una manga pastelera y esta boquilla. Finalmente hemos cubierto el centro con crema pastelera. ¿A que esta receta promete?

Receta de cheesecake Boston cream pie

Ingredientes:

Para el bizcocho:

• 50 g de mantequilla en pomada
• 100 g de azúcar
• 60 ml de crème fraîche a tª. ambiente
• Una cdta. de extracto de vainilla
• 2 claras de huevo
• 100 g de harina de repostería
• 6 g de levadura química
• 75 g de leche

Para la cheesecake:

• 170 g de gotas de chocolate
• 125 ml de nata para montar caliente a 80º C.
• ½ cdta. de extracto de vainilla
• 675 g de queso crema tipo Philadelphia 
• 200 g de azúcar
• 230 g de crème fraîche
• Una cda. de extracto de vainilla
• 24 g de harina de repostería
• 3 huevos

Para la ganache:

• 254 g de gotas de chocolate
• 145 g de nata para montar caliente a 80º C.
• 3 cdas. de sirope de maíz
• ¾ de cdta. de extracto de vainilla

Para la crema pastelera:

• 2 yemas de huevo
• 75 g de azúcar
• 1 ½ cdas. de fécula de maíz
• 250 ml de leche caliente
• 20 g de mantequilla
• Una cdta. de extracto de vainilla

Elaboración:

Para el bizcocho:

• Calentamos el horno a 180º C. y preparamos el molde desmontable con papel de horno en el fondo.
• Blanqueamos la mantequilla y el azúcar en un robot de cocina, añadimos la crème fraîche con el extracto de vainilla y las claras de huevo. Batimos hasta tener una mezcla homogénea.

• Tamizamos la harina y la levadura química un par de veces, y las incorporamos al batido en dos partes alternando con la leche.
• Echamos la masa en el molde y horneaos durante 18 o 20 minutos, o hasta que al introducir una brocheta salga limpia. Retiramos del horno y dejamos enfriar sin desmoldar.
• Cuando esté frío lo desmoldamos retirando solo el anillo del borde, lo lavamos, le aplicamos spray antiadherente o mantequilla espolvoreada con harina y volvemos a montar el molde con el bizcocho.

Para el cheesecake:

• Calentamos el horno a 150º C. Echamos las gotas de chocolate, la nata caliente y la vainilla en un cuenco, dejamos reposar unos minutos y mezclamos con una espátula. Reservamos.
• Mezclamos el queso crema, el azúcar, la crème fraîche, la vainilla y la harina en el robot de cocina. Mejor con este batidor flexible y mezclando la preparación a velocidad baja. Añadimos los huevos uno a uno.

• Cubrimos el bizcocho con el chocolate con nata, pero procuramos dejar sin cubrir los bordes. Después echamos el batido de queso empezando por los bordes y terminando en el centro.
• Cubrimos la base del molde con papel de aluminio, lo ponemos sobre una bandeja de horno con agua caliente y cocemos al baño María durante una hora y 45 minutos aproximadamente, o hasta que tengamos 66º C. en el centro de la tarta.
• Apagamos el horno, dejamos reposar la tarta dentro durante una hora, la primera media hora con el horno cerrado y la otra media hora restante con el horno abierto. Retiramos del horno y del baño María, y refrigeramos por lo menos 6 horas.

Para terminar y decorar el cheesecake Boston cream pie:

• Ponemos las gotas de chocolate en un cuenco y añadimos la nata caliente, el sirope de maíz y el extracto de vainilla. Dejamos reposar durante unos 10 minutos y mezclamos hasta tener una ganache homogénea. Cuando esté fría la guardamos en una manga pastelera con esta boquilla.
• Hacemos la crema pastelera batiendo en un  cuenco las yemas con el azúcar y la fécula de maíz. Vertemos la leche caliente, colamos y calentamos a fuego moderado hasta que haya espesado.

• Una vez que esté hecha le añadimos la mantequilla y la vainilla, dejamos enfriar y guardamos en la nevera.
• Desmoldamos la cheesecake, la ponemos en el stand con ayuda de un elevador y escudillamos la ganache a todo lo largo del borde del cheesecake formando una corona, y cubrimos el centro con la crema pastelera.

¿A que os ha gustado el corte de este cheesecake Boston cream pie? Yo solo de pensar en esa ganache y el cheesecake cubierto de crema pastelera me han entrado unas ganas tremendas de devorarlo a cucharadas y acompañarlo de un vaso de Mistela muy fría. Es lo que tiene ser un goloso, chocoadicto y devorador de cheesecakes.

Cheesecake Boston cream pie sobre platos de GreenGate

Semifrío de dos chocolates sobre stand de cerámica negro

Mirad qué semifrío de dos chocolates hemos preparado. Teníamos unas ganas tremendas de estrenar este molde de Silikomart, y como ya estamos en pleno verano, no hemos querido dejar escapar la oportunidad de preparar este semifrío.

La receta original se hace con tres tipos de chocolates, pero nosotros hemos preferido usar solo chocolate blanco y chocolate negro, pero si sois de los que preferís sabores más suaves, podéis sustituir perfectamente este último por chocolate con leche.

Como la gran mayoría de semifríos, o semifreddos, esta receta se hace partiendo de una base de huevos y azúcar (también puede ser miel) batidos al baño María, así que será necesario tener a mano un cazo para este menester, y una batidora de mano o unas varillas. ¡El resto es muy sencillo!

Finalmente, para decorarlo, hemos usado chocolate rallado y fruta de temporada, pero podéis rociarlo con este bote de chocolate de PME para darle un toque contemporáneo, y servirlo en este stand, o en cualquiera de los stands que tenemos en la tienda.

Receta de semifrío de dos chocolates

Ingredientes:

• 260 g de huevo
• 60 g de yemas de huevo
• 150 g de azúcar
• 715 g de nata
• 230 g de chocolate blanco fundido
• 230 g de chocolate negro o chocolate con leche fundido
• Chocolate rallado para decorar
• Fruta de temporada para decorar

Elaboración:

• Preparamos el molde Paradise pulverizándolo con spray antiadherente para facilitar el desmoldado. Reservamos.
• Echamos los huevos y las yemas en un cazo para baño María, batimos un poco con unas varillas o con una batidora de mano y añadimos el azúcar. Calentamos mientras batimos de forma continuada hasta que haya blanqueado y espesado. Retiramos del baño María y dejamos enfriar a temperatura ambiente.

• Montamos la nata en un robot de cocina, pero no debéis montarla del todo para poder tener un semifrío cremoso.
• Mezclamos el batido de huevos y azúcar con la nata, con ayuda de una espátula o en el robot de cocina con un batidor flexible a la velocidad más baja.

• Dividimos la base del semifrío en dos cuencos y a uno le añadimos mezclando de forma envolvente el chocolate blanco. El otro cuenco lo reservamos en la nevera, sobre todo si estamos en pleno verano.
• Vertemos el semifrío de chocolate blanco en el molde, nivelamos dándole unos golpes sobre la encimera y congelamos durante 20 o 30 minutos, o hasta que se haya endurecido un poco la superficie.

• Añadimos el chocolate negro (o chocolate con leche) al segundo cuenco y vertemos sobre el molde hasta llenarlo completamente. Nivelamos con una espátula y congelamos por lo menos ocho horas.
• Desmoldamos con cuidado y decoramos con el chocolate rallado y la fruta de temporada.

Servimos el semifrío de dos chocolates inmediatamente. Recordad que los semifríos se descongelan en un pispás, sobre todo si es uno de esos días de verano en los que el calor aprieta. ¿Qué os ha parecido esta propuesta? Desde luego a nosotros nos ha encantado y, además, la pinta ya lo dice todo, ¿no os parece?

Semifrío de dos chocolates en plato de GreenGate

Una propuesta muy veraniega este semifrío de mango y coco, con dos sabores tropicales que combinan a la perfección en dos secciones que conseguimos con un molde Silikomart professional. El sabor a coco es intenso, pues en la base del semifrío utilizamos un aroma concentrado de coco.
La receta del semifrío de yogur y coco procede de esta web y la fórmula del semifrío de mango que corona el semifrío es de mi coleto. Se trata de un semifrío bastante sencillito que solo requiere montar la nata y hacer un merenguito en el caso de la sección de coco, pero nada que no podáis hacer con las herramientas óptimas.
El molde utilizado para este semifrío de mango y coco es el modelo Sahara, un kit de molde con dos secciones separadas de la gama profesional de Silikomart. Permite montar semifríos de dos gustos o colores, pues cada sección se congela por separado. El molde consta de una parte inferior flexible, que asienta sobre un cajetín rígido de las mismas medidas, y una parte superior también flexible con un bonito dibujo ondulado. El acabado que se consigue es fantástico.

Receta de semifrío de mango y coco

Ingredientes:

Semifrío de mango

• 1 mango grande
• 180 g de yogur griego
• 180 g de nata líquida
• 50 g de azúcar
• 5 g de gelatina en polvo
• Un poco de agua fría

Semifrío de coco

• Dos claras de huevo
• 120 g de azúcar
• 240 g de yogur griego o yogur de coco
• 200 g de nata líquida (mínimo 35% contenido graso)
• 1/16 cdta. de aroma de coco
• Coco rallado para adornar

Elaboración:

Semifrío de mango

• Cortamos el mango y sacamos la pulpa. La licuamos en una batidora potente. Añadimos el azúcar al puré de mango. Mezclamos con el yogur griego.
• Montamos la nata, que deberá estar muy fría, en un robot o con varillas eléctricas hasta que esté solo semimontada, que empiecen a marcarse las varillas, pero que fluya. Mezclamos con lo anterior con una espátula, con movimientos suaves y envolventes para que no se baje.
• Ponemos la gelatina en polvo en un poco de agua fría para hidratarla; dejamos dos minutos y pasamos muy brevemente por el microondas para que se disuelva. Añadimos a la mezcla de mango y homogeneizamos.

• Vertemos la mezcla en el molde de color negro; podemos colocar el molde, que es flexible, dentro del molde blanco rígido para meterlo en el congelador, pues necesita estar en una superficie rígida, o encima de una bandeja. Alisamos la superficie y metemos en el congelador para que se endurezca.

Semifrío de coco

• Medimos el yogur griego (o de coco) y la nata líquida, ambos fríos, los mezclamos en un bol y reservamos en la nevera.

• Ponemos las claras a temperatura ambiente en un bol y montamos con un robot o batidora de varillas hasta que empiecen a espumar. Vamos añadiendo el azúcar previamente pesado en la báscula a cucharadas y seguimos batiendo hasta que haga picos suaves.
• Montamos ahora la nata con el yogur, que no llegará a tener un montado muy duro, hasta que las varillas se marquen claramente en el montado. Agregamos el aroma de coco, usando una cucharita medidora de 1/8 cdta. que llenaremos a la mitad, porque el aroma de coco es intenso, y batimos un poco para que se distribuya.

• Vertemos el montado de nata y yogur encima del merengue, y mezclamos con espátula con movimientos suaves y envolventes hasta homogeneizar. Vertemos en la sección de color blanco del molde, colocada encima de su soporte rígido. Llevamos al congelador como la parte de mango.

• Cuando ambas secciones del semifrío estén congeladas, desmoldamos fácilmente gracias a la flexibilidad del molde y colocamos la parte de mango encima de la parte de coco. Adornamos la parte inferior con coco rallado y listo. Si no vamos a consumir de inmediato, lo mantendremos en el congelador, pero no aguanta mucho más de un día, pues se va resecando.

No diréis que no resulta fácil hacer un postre tan bonito como este semifrío de mango y coco con nuestros magníficos moldes profesionales y utensilios. Un poquito de atención al detalle y consigues un dulce delicioso que apetece muchísimo con el calor. Dale, que lo estás deseando.

Con estos mini polos de mantequilla de cacahuete y chocolate hoy estrenamos nuestro kit mini stick kubo de Silikomart Professional. ¿A que son muy bonitos? Pues no os imagináis lo ricos que están y lo rápido que los puede uno devorar, sobre todo ahora en verano.

Este estupendo kit es completísimo, trae hasta los palitos de madera y una bandeja que podéis usar para servir los polos, o unos bombones. También podéis usar cualquier otro molde de silicona para polos. Así que con un robot de cocina, unas varillas, una espátula, mantequilla de cacahuete y callets de chocolate vais a poder hacer maravillas con él.

Aunque nosotros los hemos hecho en versión polos, como nos proponía Delish, vosotros podéis usar cualquiera de estos moldes profesionales y hacer una versión de tarta decorada con chocolate y galletas trituradas, o enteras… ¡No os cortéis, sed creativos! Y compartidlo con nosotros.

Receta de mini polos de mantequilla de cacahuete

Ingredientes:

Para el helado de cacahuete (para 60 mini polos):

• 170 g de nata para montar
• 30 g de azúcar glas
• 85 g de leche
• 60 g de mantequilla de cacahuete

Para decorar:

• 125 g de callets de chocolate fundidas
• 1/2 cda. de aceite de coco o aceite de oliva
• Galletas rellenas de crema de cacahuete o similar trituradas para decorar

Elaboración:

• Preparamos el kit de moldes mini stick kubo colocando los moldes sobre la bandeja, retirando sus tapaderas de silicona y poniendo 30 palitos de madera en un tarro para tenerlos a mano.
• Montamos la nata con el azúcar glas en el robot de cocina, pero sin que llegue a montar completamente ya que la seguiremos batiendo cuando añadamos el resto de ingredientes.

• En un cuenco pequeño echamos la mantequilla de cacahuete y la leche, y removemos con una espátula hasta que tengamos una mezcla  homogénea.
• Añadimos la mezcla a la nata montada con ayuda de una espátula, o en un robot de cocina usando un batidor flexible a baja velocidad.

• Rellenamos con cuidado las 30 cavidades del molde y pasamos una espátula pequeña para nivelar y limpiar los bordes. Yo he usado una manga pastelera con esta boquilla para facilitarme el trabajo.
• Colocamos las tapas de silicona con cuidado y ensartamos los palitos de madera en las tapas. Congelamos durante al menos 24 horas para que el helado madure.
• Refrigeramos la crema de cacahuete que nos haya sobrado hasta que podamos rellenar los moldes una segunda vez.

• Mezclamos los callets de chocolate con el aceite de coco. También podéis usar aceite de oliva o manteca de cacao, desmoldamos retirando la tapa y los cubos de helado de cacahuete, con mucho cuidado, y los sumergimos un poco en el chocolate fundido.
• Los escurrimos para eliminar el exceso de chocolate y los pasamos inmediatamente por las galletas trituradas.
• Los ponemos sobre una bandeja y los congelamos hasta que los vayamos a servir.

Estos polos de cacahuete y chocolate fijo que van a caer más de una vez este verano, además, podéis servirlos como un pequeño preámbulo antes del postre definitivo en una calurosa, pero refrescante, cena de verano.

Tarta mousse de gianduja en plato de Ib Laursen

¡Qué cosa más bonita es esta tarta mousse de gianduja y fruta de la pasión! Hasta le ponemos ojitos de lo guapetona que es. Parece sofisticada y complicada, ¿verdad? Pues os aseguro que no lo es tanto si disponéis de buenas herramientas, nuestras sabias instrucciones y un congelador con un pelín de espacio disponible, eso sí.

Esta preciosísima tarta de mousse está inspirada en una fórmula de Bavette en la que hemos cambiado el mango por la fruta de la pasión y el praliné de avellanas por la gianduja. Con una pasta de fruta de la pasión preparamos un inserto cremoso que va en el centro de la mousse de gianduja. La gianduja es una pasta de avellana y chocolate, similar al praliné, aunque este lleva azúcar adicionalmente; conoceréis probablemente la gianduja porque es un ingrediente habitual de los bombones de buena calidad. El sabor es fantástico combinado con la fruta de la pasión; estas pastas de frutas son muy versátiles y tienen un sabor concentrado estupendo.

Para hacer esta tarta tan bonita hemos usado un molde profesional Silikomart Eclipse One con dos piezas que permite darle esa forma tan divertida de pastilla. La mousse se congela y se desmolda de maravilla. Para el inserto usamos un aro de tarta. Si además terminamos la tarta con un glaseado espejo el resultado es tan impresionante como veis.

Receta de tarta mousse de gianduja

Ingredientes:

Cremoso de fruta de la pasión

• 2,5 g de gelatina en polvo
• 85 g de pasta de fruta de la pasión
• Un huevo grande (L)
• 65 g de azúcar
• Dos yemas grandes (L)
• 65 g de mantequilla

Mousse de praliné

• 4 g de gelatina en polvo
• 250 g de cobertura de chocolate con leche
• 165 g de nata líquida (mínimo 35% de grasa) para ganache
• 40 g de gianduja
• 250 g de nata líquida (mínimo 35% de grasa) para montar

Glaseado espejo de chocolate (sobrará)

• 25 g de agua
• 115 g ml de nata líquida (mínimo 35% de grasa)
• 150 g de azúcar
• 40 g de cacao en polvo
• 5 g de gelatina en polvo

Elaboración:

Cremoso de fruta de la pasión

• Preparamos un aro de tarta forrándolo con una tira de acetato; lo colocamos encima de un plato forrado con film de cocina. Ponemos la gelatina en polvo en un bol con algo de agua fría.
• Ponemos la pasta de fruta de la pasión en un cazo y agregamos el huevo y las yemas; mezclamos bien. Calentamos a fuego muy suave sin dejar de remover con espátula hasta que espese, a unos 82ºC, como si fueran unas natillas (no es imprescindible un termómetro de sonda, pero te facilita el proceso). Cuidado porque no debe hervir, solo espesar.
• Colamos, dejamos templar un poco la crema y añadimos la mantequilla; mezclamos y vertemos en el aro preparado. Dejamos enfriar y después metemos en el congelador.

Mousse de gianduja

• Ponemos la gelatina en un poco de agua fría para que se hidrate.
• Ponemos el chocolate con leche en un bol y lo derretimos con cuidado en el microondas o al baño maría sobre agua hirviendo que no toque el bol. Agregamos la gianduja y derretimos todo.

• Calentamos la nata para la ganache en un cazo hasta que burbujee por las paredes y añadimos la gelatina hidratada. Mezclamos hasta que se disuelva y vertemos la mezcla encima del chocolate derretido. Mezclamos bien con varillas hasta que emulsione y obtengamos una crema lisa y brillante. Dejamos templar hasta unos 32ºC.
• Mientras tanto montamos la nata en un robot o con varillas eléctricas hasta que haga picos suaves; añadimos un buen cucharón a la mezcla de gianduja para fluidificar y después vertemos toda la mezcla de chocolate encima de la nata y mezclamos con espátula y movimientos envolventes hasta homogeneizar.

Montaje

• Colocamos la parte inferior del molde en una bandeja pequeña o molde que nos permita luego trasladarlo con comodidad y meterlo en el congelador sin que se choque con nada. Vertemos la mitad de la crema de gianduja.
• Sacamos del congelador el cremoso de fruta de la pasión y lo extraemos del aro. Retiramos la tira de acetato y lo ponemos sobre la mousse de gianduja con cuidado y bien centrado.

• Colocamos la parte superior del molde, translúcida y con pestañas para levantar, ajustándola perfectamente. Vertemos encima del cremoso el resto de la mousse de gianduja y llenamos hasta el borde del molde. Alisamos y enrasamos con una espátula acodada, eliminando el exceso.
• Metemos el conjunto en la nevera para que solidifique y después llevamos al congelador hasta que se congele del todo.

Glaseado espejo de chocolate

• Ponemos la gelatina a hidratar en algo de agua fría.
• Ponemos en un cazo la nata con el azúcar y llevamos a ebullición. Cocemos hasta que alcance 101º-102ºC, necesitaremos un termómetro de almíbares. Añadimos el cacao en polvo y la gelatina, y mezclamos con batidora de mano con cuidado de no introducir mucho aire.
• Dejamos reposar el glaseado hasta que se enfríe a unos 35ºC. Antes de verter el glaseado probamos la consistencia encima de una galleta, por ejemplo. Si está muy espeso y deja una capa muy gruesa o no cubre bien puedes aligerarlo con un poco de agua caliente.

• Sacamos la tarta mousse completamente congelada, extraemos del molde (es muy fácil por lo flexible que es), colocamos encima de una base de cartón de 14 cm para que no manche nada y la ponemos encima de una rejilla para bañar con una bandeja debajo.
• Pasamos el glaseado a una jarra y vertemos por encima de la tarta, bañándola por completo. Dejamos solidificar un rato dentro de la nevera mientras se templa un poco la mousse.

Tarta mousse de gianduja sobre stand de cerámica

La combinación de la acidez de la fruta de la pasión con el chocolate con leche es fantástica y si además el conjunto es tan bonito como el de esta tarta mousse de fruta de la pasión y gianduja, dejaréis impresionados a propios y extraños, además de con algún michelín de más…

Mousse de mascarpone, melocotón y nectarina en tarros Weck

Estos tarros con mousse de mascarpone, melocotón y nectarina que os traemos son ideales para el verano. Refrescantes, deliciosos y muy vistosos a la hora de servir, sobre todo si elegís tarros Weck como los que hemos usado nosotros.

Esta revista inglesa nos propone escaldar melocotones y nectarinas con vainilla, piel de naranja, canela en rama y un poco de Grand Marnier, pero vosotros podéis usar albaricoques con fresquillas o paraguayas, que es la época, y están de vicio mezclados con queso mascarpone… ¡Si hay niños podéis prescindir del licor!

Os recomiendo que echéis un vistazo a todos los tarros que tenemos, seguro que encontráis uno que os guste para usar en esta receta. Servidos en combinación con estos platos, cucharas y las servilletas de GreenGate harán de tu mesa de verano una verdadera envidia.

Receta de mousse de mascarpone y melocotón

Ingredientes (para 4 tarros):

Para los melocotones y nectarinas en almíbar:

• 250 g de melocotones
• 250 g de nectarinas
• 200 g de azúcar
• 2 cdas. de zumo de limón
• Una vaina de vainilla partida por la mitad
• Una rama de canela
• La piel de una naranja
• Un litro de agua
• Una o dos cdas. de Grand Marnier

Para la mousse de mascarpone:

• 100 g de azúcar
• 2 yemas de huevo
• 230 g de queso mascarpone
• 2 claras de huevo montadas
• 170 g de bizcochos de huevo (savoiardi)

Elaboración:

Para los melocotones y nectarinas en almíbar:

• Hacemos un día antes una cruz a los melocotones y a las nectarinas con un cuchillo para escaldarlas.
• Calentamos el agua, el azúcar, el zumo de limón, la vaina de vainilla, la canela en rama y la piel de naranja en una cazuela, y cuando hierva echamos los melocotones y las nectarinas. Dejamos que hierva a fuego moderado durante 12 minutos.

• Retiramos la fruta del almíbar con una espumadera, pasamos por agua fría y retiramos la piel tirando de los cortes que habíamos hecho.
• Retiramos las semillas, cortamos la pulpa en gajos y la echamos en el almíbar junto con el Grand Marnier, que podéis sustituirlo por el licor que más os guste. Dejamos que enfríe y guardamos en la nevera hasta que vayamos a montar los tarros. Os sobrará bastante almíbar, no lo tiréis, podéis usarlo para calar bizcochos.

Para la mousse de mascarpone:

• Blanqueamos el azúcar con las yemas de huevo en un robot de cocina y añadimos de forma envolvente el queso mascarpone con ayuda de una espátula.
• Añadimos las claras montadas a punto de nieve, siempre de forma envolvente.

Para montar los tarros:

• Llenamos el fondo de los cuatro tarros con la mitad con la mousse de mascarpone y cubrimos con bizcochos de huevo remojados en el almíbar de cocer la fruta.
• Repartimos en los tarros la otra mitad de la mousse, cubrimos con los gajos de melocotón y nectarina, y refrigeramos al menos durante un par de horas.
• Cuando los vayamos a servir los rociamos con un poco del almíbar y decoramos con bizcochos triturados y avellana crunch.

Estos tarros con mousse de mascarpone, melocotón y nectarina no pasarán desapercibidos este verano, os lo aseguramos. Son un placer para el paladar que no pueden faltar en casa…Vais a repetir sin reparo.

Mousse de mascarpone, melocotón y nectarina en plato de GreenGate

Tarta tatin sobre molde para tatin de Emile Henry

La tarta tatin es una tarta francesa clásica a más no poder que además está deliciosa. Es de mis tartas favoritas; si no la conoces, se prepara con manzanas en grandes trozos en un caramelo con mantequilla, y con una base de masa quebrada u hojaldrada. Nada puede salir mal. La receta que hemos usado es un híbrido entre la que recojo en mi blog y la que proporciona Emile Henry.

Pero la particularidad más curiosa de esta tarta es que se hornea del revés, con las manzanas abajo y la masa por encima. Cuenta la tradición que la tarta tatin fue inventada por accidente por las hermanas Tatin, de ahí el nombre, que regentaban un hotel con restaurante. En una ocasión una de ellas cocinó unas manzanas y para no desperdiciarlas les puso una pasta por encima para luego darle la vuelta al conjunto. Y así nació esta tarta tan famosa.

Por la necesidad de darle la vuelta a una tarta que puede ser grandota, es común en Francia usar moldes con asas que permiten realizar esta operación fácilmente (que además hay que ejecutar en caliente) como el precioso molde cerámico con plato de Emile Henry que hemos usado. La tarta se prepara en la fuente honda de principio a fin, pues es apta para el fuego directo y la preparación del caramelo, y cuando se saca del horno se pone encima la fuente plana, se da la vuelta cómodamente y además te sirve de fuente de servicio. Precioso y práctico.

Receta de tarta tatin

Ingredientes:

Masa quebrada

• 250 g de harina de repostería
• 125 g de mantequilla fría en cubos
• 60 g de agua fría
• Un pellizco de sal

Relleno de manzana

• 7-8 manzanas
• 1-2 limones
• 175 g de azúcar
• 120 g de mantequilla

Elaboración:

Masa quebrada

• Preparamos la masa quebrada: ponemos en un bol o en el vaso de una batidora la harina de repostería con la mantequilla y frotamos con los dedos (si la hacemos a mano) o pulsamos la batidora para formar una masa de migas. Agregamos la sal y el agua, y mezclamos hasta que cohesione.
• Hacemos una torta con la masa, envolvemos en plástico y dejamos reposar por lo menos una hora en la nevera.

Relleno y montaje

• Pesamos el azúcar en la báscula y lo ponemos en la fuente honda del molde para tarta tatin. Llevamos al fuego bajo y dejamos que se caramelice; tendremos que mover la fuente a medida que carameliza para homogeneizarlo. Cuidado,  hay que agarrar siempre la fuente con guantes de horno o un trapo.

• Cuando esté caramelizado todo el azúcar (ojo con quemarlo demasiado, porque amargaría), añadimos la mantequilla y movemos la fuente para que se mezcle un poco. Apagamos el fuego.
• Pelamos y descorazonamos las manzanas; las cortamos en cuartos y las rociamos con el zumo del limón. Ponemos una primera capa de cuartos de manzanas como se ve en la foto anterior, con el corte hacia arriba. Añadimos una segunda capa encima de la primera, pero colocándolas al revés, con el corte hacia abajo.

• Una vez reposada, sacamos la masa quebrada de la nevera. La estiramos con rodillo sobre la mesa enharinada; las pintitas que se le ven en las fotos son de salvado porque usé una proporción de harina integral.
• Podemos cortar la masa a medida usando el plato del molde como modelo. Ponemos la masa sobre el rodillo y la llevamos al molde; la colocamos encima, bien centrada, y remetemos los bordes entre las manzanas y la pared del molde.

• Cocemos la tarta 30-35 minutos en el horno previamente calentado a 190ºC, hasta que empiecen a asomar jugos de cocción por los laterales; esa es la señal de que está bien cocida. Si la masa está blanquita podemos conectar el grill unos minutos para que se dore más.
• Sacamos la tarta con guantes de horno agarrándola por las asas e invertimos encima la fuente redonda. Con precaución, porque pesa y además pueden salir jugos de cocción (yo lo hago encima de la pila de la cocina), damos la vuelta al conjunto, lo ponemos sobre la mesa y levantamos la fuente de horno.
• Para trasladarla podemos recoger parte de esos jugos en un tarrito, inclinando la fuente, y rociar la tarta con ellos al servirla, como se ve en la foto inicial.

Tarta tatin en plato de Ib Laursen

La tarta tatin es golosona a más no poder, rústica y, sobre todo, buenísima. Si no la habéis probado nunca, no lo dejéis más porque es una tarta que siempre triunfa y está igual de deliciosa recién hecha, aún templadita, que al día siguiente. Imagínatela con una bola de helado de vainilla…